2008/11/13

I'm a PC

Hace un par de años la marca de la Maczana (perdón, chiste fácil) creó una serie de spots para la televisión estadounidense, y para todo el mundo a través de Internet, en los que utilizando la personificación comparaba los dos tipos existentes de ordenadores personales (frikis, absteneos de corregirme si es que existe algún otro). Podría comenzar a describirlos, pero mejor verlo por uno mismo:



O en el site de Mac

Piezas limpias, directas, y bastante graciosas, sin duda. La campaña fue exitosa y ayudó a que Mac llegara a un público más amplio, no tan profesional. Aún hoy se siguen creando más vídeos (ya hay alrededor de una veintena).

Tengo que admitir que en su momento me gustaron mucho, sobre todo porque me parecía un modo brillante de marcar el territorio de una (redundo) marca a través de un posicionamiento aspiracional. Sin embargo, después de tanto tiempo, me han acabado irritando. Primero, porque se basan en meros estereotipos, en generalizaciones que cada vez se cumplen menos. Además, no soporto a ninguno de los dos personajes protagonistas, y puede que al que más odie sea al relamido de Mac (el típico gilipollas que todo lo sabe); PC me parece hasta entrañable.

Lo admito, soy usuario de PC, y odio que me tachen de tipo gris y aburrido por ello. Me niego a que me clasifiquen utilizando estereotipos. Por eso me ha encantado esta otra campaña.



Visiones más personales sobre el debate:



2008/11/10

Fxxxcking zombies!!


Cereeeebrooosss... ¡No cerebro!!

Lunes por la tarde, un día de perros en Chicago. De la noche a la mañana el termómetro ha bajado veinte grados y nos hemos metido de lleno en el largo invierno. A mí se me han congelado ya hasta las neuronas... Bueno, ya he comentado que es lunes, puede que simplemente necesite dormir. Camino como un zombie los cien metros desde el autobús hasta casa. Me siento en el sofá y enciendo la tele. ¿He dicho como un zombie?

Son las 5 pm de la tarde, pleno horario infantil; en la pantalla Barrio Sesamo. Gustavo (Kermit aquí) se acerca a Peggy y... ¡le come el cerebro?? No, no es Sesame Street, a alguien se le ha ocurrido que una película gore puede ser adecuada para esta franja horaria: Dawn of the Dead, o cómo sobrevivir a un apocalipsis de cadáveres asesinos. Puede que a los niños les sea útil aprender alguna técnica de supervivencia para el futuro: desmembramientos, tiro en la cabeza, lo típico. No voy a decir que la merienda se me revuelve en el estómago, a estas alturas uno está acostumbrado a la casquería. Sin embargo, algo me llama la atención entre litros de ketchup y balazos de fogueo. ¿Ha dicho f__king? Perdón, podría repetir? No le he oído bien. Mother f___kers! Bang Bang!! F__king sh_t!! Boom!!

Ahora sí, algo me ha sentado mal. No es la hemoglobina de pega, es la hipocresía usamericana. Los niños deben aprender a valerse por sí mismos, nunca se sabe la amenaza a la que se tendrán que enfrentar (del cine hemos aprendido que todas las desgracias posibles ocurren en este país). ¡Pegad patadas, disparad, reventad cabezas! Eso sí, por el amor de dios, jamás digáis tacos.

Me voy al gimnasio, no quiero terminar hecho un zombie.

2008/11/05

El principio del cambio

Ayer tuve la suerte de poder acudir a mi primera fiesta de celebración de un cambio histórico. Chicago parecía estar pendiente de algún acontecimiento deportivo, como la final del mundial de fútbol, con todas las televisiones encendidas en los pubs y restaurantes informando en directo de resultados que el público vitoreaba o abucheaba dependiendo de si eran azules o rojos. Cada vez que se hacía una previsión de victoria demócrata en un estado la gente empezaba a saltar y a bailar, como si su equipo hubiera marcado.

Tras cenar en el Billy Goat, la hamburgueserías más genuina y grasienta de Downtown, nos acercamos a Grant Park donde una multitud (imagino que más de un millón de personas) se agolpada junto a pantallas gigantes conectadas a la CNN (no me sorprende que no fuera la Fox).

El golpe decisivo fue la victoria (proyectada, no se podían dar resultados aún) de Obama en Virginia, territorio tradicionalmente conservador. A partir de entonces ya se sabía con certeza que los republicanos no podrían remontar; faltaba una grande, California, pero nadie dudaba de que se teñiría de azul. Los asistentes cantaron la cuenta atrás para cerrarse las urnas, y sin ni siquiera haber comenzado el recuento en la Costa Oeste, la CNN presentó a Obama como nuevo presidente de Estados Unidos. El público estalló de alegría, el cambio que tanto habían deseado acababa de llegar.

(Un vídeo grabado por un asistente en el momento en que se le presentó como presidente. Por ahí andaba yo.)

Uno de los momentos que más me impresionó fue cuando, a los minutos de cerrarse los "colegios", McCain pronunció un magnífico discurso de derrota, totalmente en disonancia con lo que nuestros... ¡ejem! políticos en España nos ofrecen. No sólo admitió la victoria de su rival, sino que lo consideró un momento histórico. Grant Park, volcado con Obama, escuchó en respetuoso silencio al republicano, e incluso aplaudió varias de sus intervenciones. Palin no salió tan bien parada...

Después vino el speech de Obama, que también fue grandioso. Es un orador extraordinario, como sabéis, pero además tiene a los mejores escritores a sus órdenes. "Si aún hay alguien ahí fuera que aún cuestiona el poder de la democracia, esta noche es la respuesta". Poder estar presente en un discurso antológico es algo que te marca de por vida; yo lo presencié a través de una pantalla, pero al mismo tiempo podía escuchar su verdadera voz a unos 500 metros. No todo fue perfecto; a mi parecer chirrió bastante el tono patriótico de ciertas partes, como la frase en la que consideró a Estados Unidos como "la nación más gloriosa de la tierra". Pero qué va a decir el presidente de su propio país. Lo mejor, la historia de la abuela centenaria, el repaso a una mitología de logros y superaciones: Yes we can!

Terminó el discurso y todos a casa. Fue impresionante poder andar por en medio de Michigan Avenue (la 5º Avenida de Chicago más o menos), como si estuviéramos en medio de una película apocalíptica.

Hoy las portadas de los periódicos mostraban la cara sonriente de un fenómeno de masas. Yo me he despertado pensando que quizá las cosas no hayan cambiado tanto, pero que al menos se ha enterrado bajo una pesada losa un oscuro capítulo de la historia.


(Fer, recopilaré nuestras imágenes con más tiempo)